LA IMPORTANCIA DEL DIAFRAGMA EN EL DOLOR CERVICAL

Blog FisioMaisha

El proceso respiratorio se divide en inspiración y espiración. La inspiración corre a cuenta, en un 90%, del músculo diafragma. Del 10% restante se encarga la musculatura cervical accesoria, y digo accesoria porque ese no es su cometido fundamental. El músculo esternocleidomastoideo y, especialmente, la musculatura escalena se encargan de movilizar la columna cervical en diversas direcciones. Pero, entre sus funciones auxiliares, están la elevación del tórax superior para aumentar el espacio intratorácico. Si el proceso es el mencionado anteriormente, 90% diafragma y 10% musculatura cervical accesoria, no existirá ningún problema.


Pero, cuando esta musculatura accesoria empieza a hacerse cargo de una mayor responsabilidad en el proceso respiratorio, nos encontraremos ante una mayor tensión cervical, y por ende, ante una mayor compresión en la columna cervical. Encontrándose ante un compromiso mayor. Esto puede deberse a que el músculo diafragma no esté trabajando de la forma más correcta posible, y ante esta falta de trabajo, la musculatura cervical accesoria suple, en parte, al diafragma. Por eso, si nos encontramos ante algún problema de tipo cervical, deberemos valorar cómo se encuentra el diafragma para ver si su estado está relacionado con el dolor de origen cervical. Es decir, incorporando su abordaje al tratamiento de dolor en la región cervical.


Además, otros factores muy a tener en cuenta, son el sedentarismo, el tabaquismo y el estrés. Vamos a ir desgranando el papel de cada uno en el diafragma.


El sedentarismo favorece la pérdida de capacidad muscular y ventilatoria en el cuerpo humano. La posición por excelencia es la sedestación, esta posición produce un cierre en la cadena muscular anterior (abdomen, musculatura pectoral, musculatura cervical anterior, diafragma), es decir, la acorta. Haciendo que el libre funcionamiento del diafragma quede inutilizado. Ante esta disfuncionalidad diafragmática (no quiere decir que deje de funcionar, sino que no exprime toda su capacidad) no le queda  más remedio a nuestro cuerpo que usar los músculos cervicales accesorios y suplir la función perdida del diafragma.


Respecto al tabaquismo, la inflamación que produce el humo en los pulmones produce un cierre, a largo plazo, de muchas de las vías aéreas que posee el pulmón.  Este cierre aéreo, debido a años de tabaquismo, favorecerá el “almacenamiento” de aire en las vías. Este aire quedará atrapado y no podrá salir. Por eso los fumadores de largo recorrido poseen un volumen residual de aire superior al resto de la población no tabáquica. El volumen residual de aire es la cantidad fija que tenemos de aire en los pulmones, es decir, aunque espiremos todo el aire, siempre quedará un porcentaje del mismo dentro de nuestros pulmones. Ante este aumento del volumen residual en los pulmones, el diafragma tendrá menos recorrido para trabajar y mucho menos rango de contracción.


Por último punto, tenemos el papel que juega el estrés en el funcionamiento del diafragma. Quizá sea el punto que más protagonismo tiene en la disfuncionalidad del mismo. Aunque, hay que decir, que tanto sedentarismo, tabaquismo como estrés se complementan. Para empezar, no debemos imaginarnos el estrés como algo negativo, al revés, el estrés es imprescindible para nuestra supervivencia. El estrés se define como la respuesta defensiva que pone en marcha nuestro organismo ante una situación que considera potencialmente dañina: incremento de la frecuencia cardíaca, aumento del tamaño de los bronquios pulmonares, incremento de la ventilación pulmonar, incremento del tono muscular, inhibición de la actividad digestiva, agudización de los sentidos, etc. Ante una situación de peligro nuestro cuerpo se activa. Todo en defensa propia. ¿Qué sucede si esta defensa no se corresponde con la realidad? Es decir, ¿y si nos encontramos ante una “falsa” situación de peligro? Ahí es donde el estrés pierde su función de supervivencia y pasa a tener un papel contrario: perpetúa los síntomas asociados a una patología previa. Facturas y gastos, problemas familiares, depresiones, situaciones económicas graves, estrés laboral, son factores que activan el estrés pero sin comprometer la supervivencia física.


Ante estas situaciones, vamos a tomar una de las vías que usa el estrés para alcanzar la supervivencia: el incremento del ritmo ventilatorio. Ante la premisa de la urgencia, el organismo “no se puede tomar el lujo” de realizar una inspiración diafragmática completa, que tarda más tiempo y es mucho más costosa. Debido a que la situación requiere inmediatez, es ahí cuando el uso del diafragma empieza a devaluarse en pos de los músculos cervicales accesorios (de la respiración), que como su nombre indica, solo deberían apoyar al diafragma en el proceso inspiratorio. No haciendo la mayor parte del trabajo. Es ahí cuando la región cervical va a empezar a sufrir un estrés enorme, que además, se perpetuará gracias, nuevamente, al estrés y a la ansiedad. Creándose una “pescadilla” que se morderá la cola una y otra vez.
Por eso, ante el abordaje del dolor cervical, no podemos olvidarnos, ni por un momento, del análisis del proceso inspiratorio para ver cuál es el estado del diafragma. Un diafragma funcional, quitará trabajo inútil a la región cervical. Y, además, no olvidarnos de estrategias para combatir el estrés, siempre dentro de nuestras competencias.